Tu cerebro es el centro nervioso del cuerpo. Lo utilizas para cada acción que realizas cada día. El habla a menudo parece automático pero, en realidad, el cerebro toma múltiples decisiones cada milisegundo para lograr que las oraciones y la comprensión sean correctas.
Entonces, no es de extrañar que una lesión cerebral traumática (LCT) pueda tener un impacto en el habla de una persona. Esto puede suceder de varias maneras, pero a continuación se describen dos de las afecciones más comunes asociadas con las lesiones cerebrales traumáticas que afectan el habla y la comprensión.
Disartria
En el proceso de comunicación verbal intervienen varios músculos y nervios. La disartria es una afección que afecta estas partes del cuerpo y es a menudo el resultado de una lesión en la cabeza. Las víctimas a menudo todavía son capaces de entender lo que otros les dicen y saben lo que quieren responder, pero existen dificultades físicas para hacerlo. Las zonas de la boca, los labios y la lengua suelen carecer de fuerza, lo que dificulta la construcción de frases. El flujo de aire también puede verse obstruido, lo que dificulta la formación de oraciones.
Dispraxia
La dispraxia es una afección que generalmente surge cuando los lóbulos frontales del cerebro están dañados, lo que puede ocurrir durante una lesión en la cabeza. Los síntomas suelen variar según la gravedad de la lesión, lo que también afecta la recuperación. A menudo, las personas son capaces de pensar en lo que pretenden decir pero tienen problemas para producir oraciones coherentes.
Las dificultades para hablar pueden dificultar el trabajo, lo que significa que no podrá obtener un ingreso regular. Si sufrió lesiones en el trabajo, entonces puede tener derecho a una compensación laboral. Buscando alguna orientación legal le dará una mejor idea de sus opciones.
